
Los llamados estresores o factores estresantes son las situaciones desencadenantes del estrés y pueden ser cualquier estímulo, externo o interno (tanto físico, químico, acústico, somático, sociocultural) que, de manera directa o indirecta, propicie la desestabilización en el equilibrio de la vida de la persona.
Hay ocho grandes categorías de estresores:
1. Situaciones que fuerzan a procesar información rápidamente (como las crisis de carácter económico, familiar, social, laboral, discusiones con nuestras parejas, etc)
2. Estímulos ambientales dañinos (un accidente de tránsito, un desastre natural, etc)
3. Percepciones de amenaza (un robo, que nos despidan, ser víctima de violencia o algún abuso, etc)
4. Alteración de las funciones fisiológicas (enfermedades, adicciones, etcétera)
5. Aislamiento y confinamiento
6. Bloqueos en nuestros intereses (que no nos permitan estudiar, trabajar, salir con nuestras amistades, que se nos niegue la posibilidad de realizar deporte, entre otros)
7. Presión grupal
8. Frustración
