En consulta trabajando con mis pacientes, me he topado esta situación.
El paciente se acerca a consulta pensando que es él o ella la del problema, porque su pareja la culpa o la abandona, el «abandonado», asume como propia la culpa, pensando que está fallando en algo,
Lo que pocas veces se percatan, es que NO es SU culpa, sino que su ex pareja ni siquiera tiene claro, ¿qué quiere? ¿qué necesita? ¿qué lo hace feliz? Los arrastra a su disfuncionalidad y los hace víctimas de su indecisión e inestabilidad.
El que no sabe lo que quiere, nunca podrá apreciar el tesoro que tiene enfrente, muy tristemente en muchas ocasiones el «indeciso» termina destruyendo a la persona que tuvo la desdicha de involucrarse con él o ella
