El amor es libre

El amor es libre, para darlo a quien nosotros queramos, pero también es libre para irse cuando se acaba. Cuando esto sucede debemos aceptarlo con resignación, suplicar amor solo nos coloca en un rol inferior a nuestra pareja, haciendo que este tenga poder sobre nosotros, domina nuestras emociones, logrando que caigamos casi como «esclavos» de nuestra persona amada.
El amor, no se suplica, el amor no se exige, sino deja de ser amor real y pasa a ser una más bien una relación «amo-esclavo» y no iguales, que comparten un mismo sentimiento, mismos objetivos, mismos sueños… No rebajemos nuestro amor propio por retener a alguien que nos dejó de amar… ya vendrá quien nos quiera dar su amor libremente, que se deleite con nuestra presencia y seamos su compañer@ de vida como iguales.